Evolución de los implantes dentales.

La implantología es hoy una técnica con base científica y con grandes cimientos en la historia, que ha ido desarrollándose en la necesidad de restituir dientes perdidos.
En la Edad Antigua ya se efectuaban trasplantes dentarios, en la Edad Moderna se colocaron los primeros implantes metálicos intraalveolares, mientras que en la Contemporánea se define por primera vez el concepto de implante dental. En la etapa actual, el hecho más significante descrito es la Oseointegración.
Los dientes son órganos vitales para desarrollar una vida normal. Su función principal es triturar los alimentos para favorecer una correcta digestión. Pero también desempeñan un papel social importante, ya que no sólo son cruciales para la fonación, sino también para una expresión armoniosa de la cara. Una buena dentadura es muchas veces un signo de salud y bienestar.
Los restos antropológicos más remotos de implantes dentales, colocados in vivo, son de la cultura maya. El arqueólogo Popenoe en 1931, descubrió en la Playa de los Muertos de Honduras una mandíbula que data del año 400 d.c., con tres fragmentos de concha de Sagaamote introducidos en los alvéolos de los incisivos. Los estudios radiológicos determinaron la formación de hueso compacto alrededor de los implantes, haciendo suponer que dichos fragmentos se introdujeron en vida.
A partir de 1917, con la Revolución Rusa, hasta el momento actual.
Durante la Primera Guerra Mundial se insertaron tornillos, clavos y placas en los hospitales militares. Fracasaron casi todos. En boca, nadie se atrevía. Venable y Strock, en 1937, publicaron su estudio sobre el tratamiento de fracturas con prótesis e implantes elaborados con un nuevo material